¿Vivir en este país?
Es fácil; solo debes acostumbrarte a no llorar.
Exigir claridad, verdad y memoria también lo es;
solamente no escuches sus discursos y ruedas de prensa.
El cinismo tampoco debe sorprendente.
Justicia a este país aún no llega.
Desear la vida fácil y sonrisas vacía no es el deseo;
lo son: menos sangre en los medios, menos morbo en los corazones,
menos dolor en la calle del día a día.
Eliminar la competencia económica y religiosa, la carrera por el poder.
Sujetar nuestros cuerpos, dejar de ser objetos experimentales;
de llenar bolsillos ajenos con el genocidio velado.
Criticar, emplazar, ir más allá de la catarsis son la necesidad de nuestros días.
Vivir en este país es fácil, nada más debes acostumbrarte.
Ser inmune a las noticias, olvidar la vida, cegar al día.
Intercambiar tu trabajo por el mínimo paupérrimo sin quejas.
Buscarle lo bello a la mierda, nunca más oler.
Ignorar al tiempo, a las personas muertas y desaparecidas.
Sentir nada, estremecer nada, conocer nada.
Sin lenguaje, sin voz, sin ganas; es fácil “vivir” en este país.
-N
Algún lugar de México, circa 2011
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